Imagen y percepción

La primera impresión es la que cuenta, aseguran que en la mayoría de los casos resulta casi imposible modificar esa primera sensación que se forja en apenas 30 segundos. Sin embargo se puede conseguir que los demás vean en una persona solo aquello que quiere que vean, esto es posible si incidimos en aspectos que favorecen y reducen los que no van acorde a lo que se desea proyectar.

Víctor Gordoa afirma que la imagen es una sensación interior como resultado de una impresión material hecha a los sentidos, la información obtenida durante el proceso de percepción se interpreta en la mente del receptor quien la decodifica en un juicio de valor (2004).

Los electores, que nunca tienen la oportunidad de encontrarse con el postulante, no perciben más que una imagen y es sobre ella que se forman la opinión; por consiguiente hay que adecuar la figura del candidato a lo que los electores esperan.

Para generar imagen no basta desarrollar un buen cartel, utilizar colores especiales o inundar los medios de comunicación de slogans y jingle La mejor imagen es aquella que comulga íntegramente con los valores y las creencias que el candidato desea promover, es decir, aquella que refleja fielmente las características de filosofía social, económica y política y logra empatar lo que se dice con lo que se percibe.

La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace será fundamental para generar confianza. Investigaciones revelan que solo el 7 por ciento es comunicación verbal, el 38 es tono de voz y el 55 restante corresponderá a su lenguaje corporal e indumentaria (imagen visual, gesticulación, vestuario, posturas, etcétera) Para lograr la atención y agrado del receptor se debe vencer más del 90 por ciento de elementos que se encuentran en tu marca personal. La imagen de un candidato es probablemente uno de los valores más significativos en una campaña (Ibinarriaga & Trad Hasbun, 2012).

En ningún caso existe un manual que podamos seguir puntualmente para llevar a cabo la imagen de un candidato. Las características especiales de cada población y la trayectoria así como la marca personal de cada candidato difieren.